Me da pena tirarla por los arbolitos que asesinaron para editar esta porquería, está llena de clichés retrógrados sobre lo que tendría que ser una mujer. Me reí un tiempo con ella pero ya me aburrí. Sólo espero que quien se la lleve se ría con ella y no la use para adoctrinar a sus hijos o hijas... Si en pocos días sigue en casa, tiraré los cuatro tomos por el balcón, a ver si destrozo el parabrisas de algún coche.