Caminábamos por la playa, cuando mi hijo divisó a lo lejos una botella. Se acercó a ella porque le pareció que tenía un mensaje. Un jovencito inglés la había lanzado al agua desde torremolinos y con el mecer de las olas había llegado hasta allí. Deja tu mensaje en si no se la lleva nadie, todos los mensajes los meteré en la botella. Si enviáis privados, no diré quien es el autor.