Se agradecería encontrar algunas sillas que necesiten de un nuevo hogar. En el mío serían muy bienvenidas. También cojines, o algún sofá, sea de una plaza o dos, o pufs. Hasta lámparas sean de pie o mesilla. E incluso mesas o mesitas. O cualquier ornamento de pared. Es hora de dejar a trás tanto despojamiento, por mucho que también la precariedad haya condicionado, y dar un poco de vida y color al hogar
vivo entre francos rodriguez y valdezarza
alexander